martes, 12 de febrero de 2019

La Fábrica

La sobriedad de la arquitectura industrial me transmite emociones que difícilmente puedo explicar, aunque para mí es muy evidente su armonía y su belleza. No puedo dejar pasar la oportunidad de captar con mi cámara y con mi apasionada mirada esos sugerentes edificios en un intento, que se antoja desesperado, de llevarme un trocito de su encanto y, por qué no, de su alma.

2 comentarios:

  1. Pues a mi me pasa como a ti que no puedo dejar de admirar tu pasión y tu mirada afilada y siempre sugerente. Estos edificios tienen sin duda su belleza y su armonía. Un abrazo Miguel

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  2. Muchas gracias Luis. La admiración es mutua. Un abrazo.

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