La belleza está en todas partes. La fealdad también. Como la contemplación de la primera es fuente inagotable de placer, y el placer es uno de los ingredientes de la felicidad, intento rodearme de objetos que sirvan a ese propósito. A esta categoría pertenece mi modelo a escala del Dodge Viper, maravilla de la automoción, cuyo diseño, estéticamente, alcanza la perfección.
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