martes, 28 de marzo de 2017

Hasta pronto, Don Carnal

Cofrades de la Alegre Cofradía del Entierro de la Sardina departiendo animadamente poco antes de que la comitiva emprenda la marcha hacia el lugar donde la humilde sardina será solemnemente enterrada, poniendo fin de este modo a las fiestas carnavalescas en nuestro querido, a pesar de todo, Madrid. A mi amigo Juankar le habría gustado estar y la foto, seguro que también. Va por él.


miércoles, 22 de marzo de 2017

Píldoras compositivas - Toma 7ª

En un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme .... se me apareció esta escena, ideal para hacer del color su protagonista. El uso del color puede ir en la línea de la armonía o del contraste. En este último caso, enfrentando un color primario (rojo, verde y azul) a otro primario, o bien, a su color complementario (simplificando, el complementario del rojo es el cyan, el del verde el magenta y el del azul el amarillo) se consiguen fotografías sensorialmente impactantes. En la fotografía ilustrativa, enfrento al azul del cielo el amarillo/anaranjado del coche, su complementario, lo que me proporciona esa fuerza y agresividad propia del contraste de color, ideal para reforzar el mensaje de una escena a la que, por sus elementos, podemos encuadrar dentro de la coloquialmente conocida como subcultura poligonera. Datos técnicos: Nikon D700. Objetivo Nikkor 24-120 f/4 a 35 mm. ISO 200. f/8 a 1/250 s. Filtro polarizador circular Hoya Pro. Procesada con ACR + Photoshop CC + Perfect Effects 9.

martes, 14 de marzo de 2017

Bajo la dura luz del sol de La Mancha

"En esto, descubrieron treinta o cuarenta molinos de viento que hay en aquel campo; y, así como don Quijote los vio, dijo a su escudero:
–La ventura va guiando nuestras cosas mejor de lo que acertáramos a desear, porque ves allí, amigo Sancho Panza, donde se descubren treinta, o pocos más, desaforados gigantes, con quien pienso hacer batalla y quitarles a todos las vidas, con cuyos despojos comenzaremos a enriquecer; que ésta es buena guerra, y es gran servicio de Dios quitar tan mala simiente de sobre la faz de la tierra. –¿Qué gigantes? –dijo Sancho Panza.
–Aquellos que allí ves –respondió su amo– de los brazos largos, que los suelen tener algunos de casi dos leguas.
–Mire vuestra merced –respondió Sancho– que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que, volteadas del viento, hacen andar la piedra del molino.
–Bien parece –respondió don Quijote– que no estás cursado en esto de las aventuras: ellos son gigantes; y si tienes miedo, quítate de ahí, y ponte en oración en el espacio que yo voy a entrar con ellos en fiera y desigual batalla.
Y, diciendo esto, dio de espuelas a su caballo Rocinante, sin atender a las voces que su escudero Sancho le daba, advirtiéndole que, sin duda alguna, eran molinos de viento, y no gigantes, aquellos que iba a acometer. Pero él iba tan puesto en que eran gigantes, que ni oía las voces de su escudero Sancho ni echaba de ver, aunque estaba ya bien cerca, lo que eran; antes, iba diciendo en voces altas:
–Non fuyades, cobardes y viles criaturas, que un solo caballero es el que os acomete."

Del capítulo VIII de la Primera Parte de "El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha" de Miguel de Cervantes.