jueves, 22 de febrero de 2018

Blanco y añil

Infinidad de viviendas e industrias se visten de tradición en La Mancha. El blanco de la cal de sus muros se complementa con el añil de los zócalos, sabio remedio contra salpicaduras e inmundicias y eficaz protección contra el demonio y sus malas artes, aspecto que en modo alguno debe ser considerado baladí. Si deambulando cámara en ristre me los encuentro y, suerte la mía, una puerta amarilla los acompaña, tengo, por aquello del contraste de color, foto asegurada.




2 comentarios:

  1. Así es, un magnífico contraste, ese amarillo termina de cerrar la trilogía. Muy bien visto.
    Un abrazo

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