viernes, 5 de febrero de 2016

Miguel Merino

Así me llamo. Y también un bodeguero cuidadoso y honesto que en su pequeña bodega riojana de Briones elabora una gama de vinos a cual más sorprendente. Selección manual de la uva, esta vez sí, que la diferencia claramente de otras bodegas, ya demasiadas, que maltratan la materia prima priorizando cantidad sobre calidad, aún cuando se empecinen en vendernos la moto de lo contrario. El resto del proceso, igual de cuidadoso, culmina en el envejecimiento en magníficas barricas de roble, francés y americano, para conseguir un resultado de altura. Magnífico vino. Magnífica persona. Por fin, tuvimos ocasión de conocernos. Sirva esta imagen de su sala de barricas como homenaje a su buen hacer.


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